El abrazo

July 2020 · 3 minute read

El abrazo conserva lo efímero de un saludo pero tiene la inigualable capacidad de poder estirarse, incluso repetirse, en aquellas ocasiones que lo ameritan. Es regulable en fuerza y número de palmadas, es acariciable y es apto para mudos o cobardes. El abrazo es, sin duda, el grado mínimo de camaradería aceptada para relaciones que han llegado a un punto de no retorno, un nivel de afecto superior.

El abrazo es una de las mejores demostraciones de afecto que pueden hacerse en público. Y sin embargo es una conección directa entre dos seres que establecen contacto por tan sólo unos momentos. El abrazo es entonces apto para amigos, familiares y amores sin desfigurarse ni estar por debajo de lo que piden las circunstancias. Y ya no sé cuáles son las circunstancias, o sin son las mismas para vos y para mí. Pero el abrazo es inmune a las condiciones meteorológicas de cualquiera sea nuestro próximo encuentro. El abrazo es, más que otra cosa, lo que quiero conservar de lo nuestro.

Lo bueno que nos pasó fue mucho y muy bueno, pero pasó. Lo malo que nos pasó, también pasó. Pero no me interesa centrarme en el pasado. Ya no podemos hacer nada por aquellos que dejamos de ser, ni es práctico ahondar en cuestiones minúsculas. No es relevante.

Lo que es relevante, al menos para mí, es mi sentimiento hacia vos. Y hoy entiendo las cosas de otra manera. Y quizás mañana vuelva a entenderlas distinto. Sin embargo, mi sentimiento primordial, ese que cultivamos durante tanto tiempo, estará intacto. También sé que tanto hoy como en el futuro podré expresarte ese sentimiento con un abrazo.

El abrazo me permite condensar afecto en una dosis que podemos manejar, que es sana para los dos y mantiene este nuevo status quo en donde lo supimos poner. Pero ya bastante distancia tenemos entre nosotros como para negarnos también el abrazo.

El abrazo puede ser en silencio, pero está lleno de sutilezas que me encanta explorar con los oídos. Con un abrazo escucho, te escucho. Y es porque esta separación me genera desconocimiento, una necesidad imprescindible, que necesito preguntarte cómo estás allá a lo lejos. Con un abrazo puedo saber cómo estás, sin necesidad de preguntarte nada.

Con un abrazo puedo comunicarte que estoy muy contento de verte y que estoy para lo que necesites. Puedo sentirte distante, apurada, con ganas de hablar, ocupada o contenta de verme.

Y el abrazo es tan versátil que ni siquiera tengo que estar físicamente presente, puedo mandarlo a través del espacio. No, no es lo mismo, pero llega bastante más lejos que cualquier otra manifestación de afecto. Y no sólo vuela lejos, además mantiene el mensaje en su formato original, nada de agarrar el codo al extender la mano.

Con vos siempre jugué para jugar, sin pretensiones. Incluso hoy, que el juego se mudó a otra cancha y con otras reglas, elijo seguir jugando. Elijo mirar para adelante, que es al único lugar a donde vamos a seguir yendo juntos, aunque cada uno por su sendero.

Y el abrazo es mi herramienta, mi medio de comunicación, es todo lo que tengo para darte.

Un abrazo.